Grados del linfedema
El linfedema evoluciona de forma progresiva, de leve a grave, por lo que es importante detectarlo a tiempo.
Estas fases representan la progresión natural del linfedema cuando no se trata. En cualquier fase, el linfedema puede tratarse y la progresión puede detenerse y, en algunos casos, invertirse. Hay que insistir en la importancia de la identificación y el tratamiento precoces.

Estadios del linfedema
Estadio 0 (subclínico)
El linfedema comienza a desarrollarse en las capas más profundas de los tejidos y puede progresar lentamente. Los primeros cambios pueden ocurrir sin una hinchazón evidente, pero la acumulación de líquido puede causar sensaciones como tirantez, pesadez u hormigueo en la extremidad afectada.
A pesar del aspecto normal de la extremidad, pueden suceder cambios imperceptibles que pueden ser detectados y evaluados.
Actuar ante estos cambios en una etapa temprana puede ayudar a prevenir la progresión de la enfermedad. Para diagnosticar el linfedema en esta fase, se necesitan técnicas especiales de diagnóstico por imagen.
Estadio 1 (reversible)
En este estadio el edema y la hinchazón pueden manifestarse intermitentemente, y la elevación de la extremidad hinchada puede proporcionar alivio y reducir los síntomas. Los cambios en el tejido pueden ser perceptibles, pero aún no son evidentes visualmente.
El linfedema en estadio 1 puede revertirse con el tratamiento adecuado por lo que es importante comenzar lo antes posible.
Estadio 2 (irreversible)
En esta fase, el tejido presenta signos evidentes de inflamación persistente que no desaparecen con la elevación, produciendo progresivamente fibrosis y endurecimiento del tejido de la región afectada.
Por esto, la hinchazón es más difícil de controlar y el riesgo de infección aumenta. El tratamiento en esta etapa puede ayudar a reducir la hinchazón y prevenir complicaciones.
Estadio 3 (Elefantiasis linfostática)
Esta es la etapa más avanzada del linfedema, donde la hinchazón es constante y el tejido está endurecido. La piel puede volverse gruesa y fibrosa, y pueden aparecer úlceras o cambios en la pigmentación de la piel.
La movilidad puede estar significativamente limitada y el riesgo de infecciones crónicas es alto. El tratamiento en esta etapa sigue siendo beneficiosos y se enfoca en el control de los síntomas y la prevención de complicaciones.
¿Tienes dudas?
Rellena el siguiente formulario para pedir tu cita