Liposucción +Anastomosis Linfático-venosa

La liposucción en el tratamiento del linfedema es una opción para pacientes con linfedema crónico que no han respondido bien a otras terapias conservadoras.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la liposucción no es una cura definitiva para el linfedema y generalmente se combina con otros tratamientos como la terapia de compresión y el drenaje linfático para obtener los mejores resultados a largo plazo.  Es recomendable combinar la liposucción con anastomosis linfático-venosa para obtener el mejor resultado, sobre todo para linfedemas moderados.

liposucción linfedema

Preoperatorio

En caso de realizar la cirugía completa de liposucción y ALV, el preoperatorio es el mismo que para la anastomosis linfático-venosa:

1. Planificación con Linfografía con verde de indocianina (ICG)

Para realizar esta técnica, es necesario identificar previamente los canales linfáticos mediante linfografía con verde de indocianina para ayudar a identificar y mapear los vasos linfáticos que aún están sanos, y para confirmar una conexión abierta entre los vasos anastomosados.

2. Ecografía

Con la ecografía llevamos a cabo un mapeo de los vasos linfáticos en la extremidad para analizar su relación anatómica con las venas circundantes. Esto nos ayuda a planificar las regiones en las cuales puede ser más favorable realizar una ALV.

3. Sesiones de compresión con el equipo de fisioterapeutas

Durante las semanas previas a la intervención, será necesario realizar sesiones de fisioterapia y compresión con nuestro equipo especializado. Las dos sesiones recomendadas se establecerán durante las dos semanas previas.

Intervención

Esta intervención quirúrgica se realiza en dos pasos:

1. Anastomosis linfático-venosa

Esta intervención consiste en unir los vasos linfáticos superficiales con las venas subdérmicas de la extremidad afectada mediante pequeñas incisiones de escasos centímetros. Así, se facilita el drenaje de la linfa del sistema linfático hacia las venas, reduciendo la acumulación de líquido en la extremidad y mejorando los síntomas asociados a ello.

2. Liposucción del linfedema

Cuando el líquido linfático se derrama en los tejidos circundantes, puede provocar inflamación y estimular el crecimiento de células madre de grasa. 

Esta intervención implica la eliminación quirúrgica de la grasa adicional que se acumula debido al linfedema. Durante la liposucción, el cirujano realiza pequeñas incisiones en la piel y utiliza una cánula para aspirar la grasa excesiva de las áreas afectadas. Esto ayuda a reducir la hinchazón y mejorar los síntomas asociados con el linfedema.

Duración de la operación

Entre 4-6 horas

Sedación

Anestesia general

Hospitalización

1 noche de ingreso

Postoperatorio

Este procedimiento no implica riesgos graves para los pacientes, ya que no requiere la manipulación de estructuras vitales ni el uso de vasos sanguíneos importantes en la extremidad. Además, se caracteriza por no dejar secuelas funcionales ni estéticas significativas.

Sin embargo, para optimizar los resultados y prevenir la reacumulación de líquido en la región intervenida, es crucial seguir un régimen de terapia de compresión durante las dos semanas posteriores a la cirugía de linfedema. Esto implica la realización de cuatro sesiones con nuestro equipo de fisioterapeutas, quienes te guiarán en el uso adecuado de la compresión, fundamental para el éxito a largo plazo del tratamiento.

Nuestros resultados

A continuación mostramos algunos de nuestros casos antes de realizarse la operación y después:

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